A una
niña le dio su primera menstruación. Como esa tarde estaba sola en casa, decide
de ir a la casa de su mejor amigo, Jaimito, en busca de auxilio.
Cuando
la niña llega, el diálogo se desenrolla de la siguiente manera:
Niña: “Hola
Jaimito, ¿tu mamá está?”
Jaimito:
“No, pero, se te ve preocupada, ¿en qué te puedo ayudar?”
Niña: “No,
en nada en realidad, son cosas de mujeres así que no te puedo contar.”
Jaimito:
“Ah pero me puedes decir, mira que yo sé mucho de mujeres”
Niña: “No
Jaimito, mejor no. Y por casualidad, ¿no estará tu hermana?”
Jaimito:
“Pero no te preocupes, puedes contar conmigo. Mira que yo conozco mucho de
mujeres.”
Niña: “No,
prefiero no. ¿Y no estará por aquí tu prima, o tu tía?”
Jaimito:
“No, pero anda, cuéntame qué te pasa. Mira que yo sé mucho de mujeres.”
Niña: “Bueno
Jaimito, está bien…”
La niña
se levanta rápidamente la falda y estaba completamente ensangrentada.
Jaimito
muy impactado y aterrorizado le dice: “¡¡¡¿¿¿TE
ARRANCASTES LOS GUEVOS???!!!”
No comments:
Post a Comment